...te diré que esto que estas leyendo es tuyo.
Del Amor Verdadero y el Capricho
Que el amor verdadero nace naturalmente, en parte como consecuencia del amor universal. El mundo está conectado con hilos invisibles que unen personas, elementos, personas y elementos iguales, similares y opuestos. Que el amor verdadero no requiere presiones ni se presta a confusiones mayores acerca de su naturaleza, porque permanece firme ante sus convicciones; infringe tan sólo pequeñas dosis de dolor y hay poco o nulo interés en la posesión del otro. De allí mutan diversos tipos de amor que se le asemejan apenas en algunos de sus rasgos, como lo es precisamente el caso del amor posesivo que no es otra cosa que un amor excesivo hacia sí mismo.
Que el capricho es el amor forzado y compulsivo, donde no prima el bienestar del otro a raíz de una conexión espiritual previa. Caprichos son muchos amores injustificados, que nacen y mueren pronto porque nacen para cruzar el cielo a velocidades inhóspitas. Diríamos que en el amor verdadero no se pretende ganar nada en especial pero tampoco morir gratuitamente, mientras que en el capricho todas las acciones van intencionadas a provocar las reacciones esperadas.
Ese es un análisis somero de lo que son las dos cosas. Si ántes quise clasificar mi sentir en esas casillas, ahora inclino mi cabeza y le pido perdón al universo. Yo no soy nadie para clasificar los sentimientos, yo estoy aquí para llevar una vida de balance y por tanto, armonía. Eso implica amarme en justa medida y obrar solidariamente por quienes - como yo pisan este mundo, muchas veces para regalarles visiones de bondad y mostrar que aún es posible vivir sin devorar al otro, sin succionar su esencia, sin saquear sus bolsillos, sin alejarse a razón de vana independencia, sin aislarse, sin estancarse, sin muchas otras cosas abominables. Con esto intento decirte, que ya no es mi intención ponerle un nombre a los colores difusos que hoy pintan mis terminales nerviosas.
De Cómo Estaba
Uno nunca termina de conocerse, ya te lo había dicho. Ya, afortunadamente muchos seres tienen una buena conciencia de ello. Tendríamos que experimentar cada sensación posible y vivir cada evento probable más de una vez, para hacer nuestro propio protocolo de procedimientos. Eso es casi imposible! Y digo casi, para librar el margen de error que debemos concederle al destino. A veces tan sólo él sabe para donde se dirigen nuestros pasos. Yo soy una mujer de primeras impresiones, por lo tanto, técnicamente todo el mundo es bueno hasta que demuestre lo contrario; todo hombre y mujer merece mi cariño hasta que hace algo que va en contra de lo que considero lo correcto. Es curioso que a la hora de amar pueda ser tan abierta, y a la vez tan cerrada. A eso se le suma que soy sagitario, no sólo por lo que diga la astrología, sino por la semilla de riesgo y aventura que ha crecido en mí desde pequeña, sabor a comida tailandesa y mexicana, especies y picante. Las cosas inusuales donde no radique la maldad para sí o para alguien más son todas cosas que debo hacer ántes de dejar el mundo. Yo me he enamorado muchas veces, y he amado profundamente sólo dos. Esa última vez culminó en el 2005, y no necesito explicarte el proceso de mi último enamoramiento. Creo que sabes lo que basta saber. El enamoramiento es un paño de agua tibia. En verdad, el amor es de las pocas cosas que sí están en capacidad de penetrar las tinieblas de nuestro ser solitario. El enamoramiento es la lúz efímera de un encendedor sobre un cigarillo frente a nosotros. Me conociste estando sola y aún lo estoy, quién sabe hasta qué punto habrá avanzado este cáncer, hasta dónde te quiera yo y en qué proporciones te quiera mi soledad vampirezca. Yo quiero salvarte, por eso se que mucho o poco, te quiero. Aún no te amo, no puedo dejar que los delirios que llevo a lo largo del día se confundan con amor. Redondeando todo esto, haberme fijado en tí es una de esas cosas que no podía dejar de hacer. Aunque no hayan razones de peso ante la opinión pública para mi afecto, yo creo en mi voz interna, mi intuición, mi sexto sentido. Aún no tengo razones para sentirme avergonzada de haber puesto mi atención en tí.
De lo Que Siento
Cuando uno se da cuenta que el corazón de alguien más palpita en ritmos diferentes y que una de esas tonadas va enteramente dedicada a nosotros, queremos saber - o sólo me pasa a mi? - lo que sucede en cuestión.
Yo voy a ir más allá de lo que he dicho, para el deleite de tus ojos o el detrimento de tu alma, que es en última instancia algo que quisiera provocar. Yo me siento tu igual, y eso si que es algo nuevo. He encontrado coincidencias entre lo que soy y lo que son los seres que he amado en el pasado, pero no había pasado de ser meros detalles. Había tenido claro que los amaba porque creía ver mi complemento en ellos, lo que yo no era y tal vez quería ser; lo que como "niña de la generación barbie" siempre había soñado e idealizado. Ni en los cuentos de los Hermanos Grimm, mucho menos en los de Disney Walt, las princesas se parecen a su príncipe azúl! Ese es un buen punto a considerar. Tú eres extraño. Tú eres extraño porque te pareces a mí. Si fueses diferente, mi alma respiraría otro tipo de alivio - me atrevo a decirlo. Tal vez si te encuentro diferente con el pasar del tiempo, pueda dejar de quererte o disminuir esta magnitud. Los alcances de lo que siento están, me averguenza decirlo, muy en parte en sus manos. Yo ya me he puesto varios parámetros de resistencia que me han generado luchas internas, algunos se han cumplido y otros no. En algunas cosas ha primado mi voluntad, en otras la tuya. Me he vuelto una marioneta que termina preguntándose el por qué de sus acciones al finalizar el show, ya guardada en la caja, temiendo la llegada de un nuevo día y la irrupción de las manos del mago, sus dedos entre los hilos, una nueva función...
¿Que quiero? Caminar a tu lado. Caminar a tu lado el ratico que podamos caminar, seguir evitando el inevitable sufrimiento, hablar, reir, soñar en mutua compañía. ¿Qué quieres tú? ¿Para qué te sirvo yo?
De lo que Quiero Decirte. Mucha Atención!!!
Todo lo anterior es, aunque realista, todavía muy rosa en algunas dimensiones. ¿Qúiénes eramos ántes de "conocernos"? ¿Qué hacíamos en nuestro tiempo libre? ¿A quién le contabamos lo que ahora compartimos? Todo debe partir del respeto. Yo respeto la vida que llevabas, la que aún llevas. Sin embargo y obedeciéndo a mi filosofía de no quedarme con lo que siento, aquí están algunas cosas que también te quiero decir:
* Tú quieres tener un alma libre, y yo quiero decirte lo que pienso acerca de la libertad. A tí te han dicho que los seres humanos deben ser sin depender, como me lo han dicho a mi. Yo creo que esas consideraciones son falsas. Llevo poco trabajando en las ciencias humanas, algo más inmersa en ellas como estudiante, y la interdependencia ha sido una de esas pocas enseñanzas que me han quedado. Tal vez si eso de que la libertad es ser sin depender viniera de alguien que ha trabajado al servicio de sus semejantes durante toda su vida, le rendiría todo mi crédito, pero fíjate en la esencia de quienes nos lo han dicho. Ellos son seres rebeldes frente a estructuras sociales con las que no están de acuerdo, han tratado de hacer de sus vidas un modelo de libertad bajo el supuesto de no dependencia, y sólo han logrado desplazarse de la sociedad a un micro-mundo en el que consideran todo justo y pertinente (porque va acorde a sus juicios). Dime si se puede cambiar el sistema estando por fuera de él. Yo creo que no es posible, creo que la lucha de estas personas es vanal, y que si alguna vez nos conmovieron sus palabras o lo hacen ahora, es porque nuestras almas son como dos piezas de papel blanco que se prestan a ser libreta de notas en bastantes ocasiones. ¿No lo crees tú? Queda a tu sabio juicio.
Mientras llegamos a un consenso o a un no consenso, ¿por qué no hacemos un trato? me dices si sí, me dices si no. Alguna vez, intentaste conocerme a través de observaciones focales, de preguntas a terceros... de preguntas a cuartos y a quintos. Yo te concedo permiso pleno de interrogarme cuántas veces quieras, pero cuánto quisiera que no fuesen personas que no me conocen las que tienen palabras en su boca para describirme... Hagamos eso. Seamos egoístas un poquito, por un momento, y mantengamos este circulo de dos amigos cerrado. Hagamos de nuestra amistad - que es eso y tan sólo eso, una amistad donde sólo valgan nuestras preguntas, opiniones y decisiones. Creamos en que es un buen paso para ser libres, ese de poder tomar decisiones sin consultarle a alguien diferente a nuestro sistema de valores a nivel personal. Todos somos interdependientes cuando se trata de lograr un bien común, pero las decisiones personales de toman definitivamente por si solas. El sabor de culpar a otro por un mal consejo, no es precisamente de vainilla y chocolate. Afrontar el fracaso es más sencillo que afrontar la culpa que deja sobre nosotros la cobardía a no oír nuestros sentimientos - a tiempo y con atención. Tú lo sabes tan bien como yo.
* No quiero de esta amistad una competencia, o un nido de elementos para combatir con otros. No quiero que apoyemos presunciones, ni propias ni ajenas. ¿Por qué digo esto? Díme tú.
* Quiero que tengamos derecho a dudar, así como el derecho a oír la verdad sea esta bella o dolorosa. La verdad es limpia, nos purifica.
De lo que no es
Soy tu amiga y no quiero ser nada más. Hasta ahí llegan mis funciones. Si tienes un pregunta que yo no pueda responder, háztela tú. ¿No puedes escuchar tu voz interna? Cierra los ojos. Cuando cierras los ojos, es cuando puedes oír los gemidos de tu pecho con claridad. ¿Que dicen tus gemidos? ¿Estan contentos, o desfallecidos?
Yo soy tu amiga, y te quiero.
"Te escribo para que tú sepas lo que ya sabías, aunque no lo dijeras"
Esto lo encontre en un blog, es cortesia de Pio Hefner.
Me gusto mucho y por eso lo publique.